Tarde o temprano el brote llegará
el rebrote, o como quieras llamarlo
y será un día de cascabeles.
Estarás feliz como yo
y nos contaremos a la vez la novedad
y miraremos hasta el cansancio
el pequeño renacer de su estatura.
Diremos que la sequedad del árbol fue ficción
o que un milagro se posó en el tronco herido.
Lo cierto quedará en su corteza revivida
en el jugo de la naturaleza vertiendo salud
en nuestro querido hermano verde a salvo
erguido, ceremonioso, inadvertido y fuerte.
Después, el sitio seguirá su rutina
con las voces de los niños, los ruidos comunes
el desprecio de los perros y la ensoñación que nos domina.
Pasado un año el árbol estará robusto
ya no lo apuñalará el invierno
o no le será tan fácil como en su etapa de fragilidad.
Y nos dará su abrazo en el siguiente verano
agradecido, satisfecho de seguir ahí
o indiferente en el transcurrir de su vida.
(JLR)
Dedicado a Martha antes de la primavera
La felicidad de marta por ser destino de tan bella propuesta me invita a compartir con ella el buen agrado de su lectura .
ResponderEliminarFue un placer Jose!
Daniel O. Requelme
www.danielrequelme.com.ar
Cuando leí tus poemas amigo, supe que somos dos individuos soñadores, cada cuál obviamente con sus diferencias, pero moldeados por una pasta similar. Por eso no dudé en abrir la puerta de este lugar que significa tanto para mí, atento a tu forma de sentir.
ResponderEliminarJosé, grato encontrarte, hay muchos talentos en Rosario..., andaré leyéndote.
ResponderEliminarEl comentario es mutuo. Esta idea de tender manos, versos o prosas, sentimientos genuinos, es darle una bofetada a la hipocresía, aunque no se note. Si no pensáramos que algún día será el "gran día", no estaríamos en estos sitios. Canta Patricia Sosa: "Estamos aquí, tu y yo, tratando de cambiar el mundo"./ Las utopías a veces no lo son tanto, todo reverdece, es cuestión de tiempo.
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