El boleto decía algún lugar, otros nombres, calles de todas partes, adiós que se perdió en la noche, beso que se enfrió en mis labios.
Quería nuevos sueños dibujados desde mis ojos y dejé que los párpados hicieran su trabajo.
Debajo de mi largo y rebelde flequillo latía un mundo de futuras emociones.
Extasiado y satisfecho me recliné con inusitado placer en el asiento sin tener en cuenta su dureza al mismo tiempo que mis manos buscaban refugio en los bolsillos. Allí estaba el sobre y la carta escrita entre apuro y lágrimas, donde sus letras dormían advertencias hipotéticamente inútiles. (JLR)
Dedicado a mi adolescencia, a mi corazón de entonces y de hoy, lleno de tamboriles y películas.
Bonito cambio...Yo opino igual,lo que me llega,entonces,es que tanta gente quiera vivir en el amor como si se tratara de algo que entra en lo normal...No sé...suerte,bye.
ResponderEliminarmuy bueno, rebelde flequillo y y lágrimas, el ayer y el entonces...
ResponderEliminarhace ratazo que no paso, andaba en otra.. y en otro.. bien lejos todavia.. xD saludos !
José, muchas gracias por la visita a mi blog, me has dado la oportunidad de conocer el tuyo. Tienes un blog muy elegante, con unos escritos fabulosos...te seguiré leyendo.
ResponderEliminarSaludos
Erika
José, muchas gracias por la visita a mi blog, me has dado la oportunidad de conocer el tuyo. Tienes un blog muy elegante, con unos escritos fabulosos...te seguiré leyendo.
ResponderEliminarSaludos
Erika
José, este relato posee la belleza de la expresión, y la realidad del primer viaje a lo desconocido en épocas juveniles. Trae recuerdos a quienes en los 60 comenzábamos, con flequillo (buena metáfora para marcar un época), a volar nuestro futuro.
ResponderEliminarBesos
Elisabet
Un viaje sentido y lleno de imágenes, a lo largo de tu memoria emotiva.
ResponderEliminarHola... pasé desde el blog de Androtéx! Que lindo texto, me gustó mucho. Me gustan los trenes, y lo que se puede imaginar en ellos, desde ellos o a tarvés de ellos... Si pasas por mi cuarto, andá a Agosto de 2006 y el primer post de Septiembre de 2006 que todo comenzó en mi blog de esa manera, con un viaje en tren...
ResponderEliminarSaludos, desde Córdoba.
Mel.-
Hola, José. Me gusta como lo cuentas.
ResponderEliminarLos trenes siempre me producen nostalgia, será porque lo asocio a la despedida de alguien, de algún lugar. Pero también siento la excitación de la aventura, del encuentro al final del trayecto, de los paisajes que espero capturar por la ventanilla. Anhelo historias exóticas y fugaces.
Este tren de tu adolescencia me recordó a uno de la mía, mucho más lejana en el tiempo, también me recliné en el asiento duro e incómodo y dejé volar, las doce horas que duraba el trayecto, mi imaginación llena de libros y de fantasía.
Besos, José.