Los ángeles muertos y los viejos cuerdos son hilos de viento y azules de cielo. La magia que veo, el sol que yo quiero, los besos sin precio, mi alma y documento.

lunes, 21 de julio de 2008

corazón tablonero

Un año ya...que lo parió!, si parece que fue ayer, como dicen los antiguos, cuántos todavía deben mirar hacia su butaca vacía (pero ocupada) en la platea, como junando con bronca una soledad entre tanta gente del mismo palo, que le dicen.. no hay con qué darle a esta sensación extraña. Uno queda esperando el día indicado, un mes que ya va a llegar o qué se yo qué maraca. Hoy el corazón o el alma no me aguanta y digo de corrido que esta costumbre estúpidamente humana de creernos inmortales, con un “rollo” machazo hasta que nos de la gana, en un pestañeo se nos va al carajo. Se que hay recuerdos para una carpeta infinita con salidas opcionales para calmar tristezas o que justifiquen el “boludismo” de los olvidos. Pretextos que juegan con su inutilidad cargada de frases hechas, que conforman pero no justifican las hojas que se llevó el viento mientras estábamos en “babia”. Nosotros los de medio pelo amontonamos ilusiones, proyectos, sueños sobre sueños que nos van empujando o nos llevan a la rastra por la realidad.El “Negro” era una gema grandota en mi universo lejano para nada importante, y se me hizo “pelota” con su muerte, de qué otra cosa se puede disfrazar esta palabra que nos quita de la vida de un plumazo, como diría un leguleyo. Fontanarrosa era un amigo hasta para quienes no lo conocíamos personalmente, pensé que algún día podría ser, como esa vez que fui al gigante de Arroyito y me perdí en la montonera.Al leerlo me consideré un devoto de su obra, más allá de las pocas páginas suyas que consumí. Realmente fue poco, pero suficiente para saber que me caía bien, que era un “tío” fuera de los moldes, con tanta paparruchada que anda girando en esta pampa. Me gustó escucharlo decir su sencillez de barrio con la misma tonalidad que podría decir “el mate está frío”. Por más que me incomodaran los globos confusos de su Inodoro Pereira, a quien leía salteado o de refilón, su tinta me marcó el balero. Me enganché con sus cuentos de fútbol, pero más que nada con su vida misma cuando resaltaba su fidelidad a Rosario, su querida ciudad que no dejará definitivamente jamás. El amor incondicional a la “azul y oro” a bastones, los amigos en la mesa del bar de todos sus días y un lugar en la tribuna del amor que no se enfría. No había “tu tía” en aquella idolatría sana y sabia que no ocultaba por el club que acarició su conciencia toda vez que pudo.Voy pensando en pasado y no puedo evitar atragantarme con todas las de la ley. Le creí como hincha y su imagen transmitía eso, un tipo común de los que pagan por un “cacho” de alegría y cuantas veces regresan a su casa con el bobo maltratado por un equipo que jugó como la mona y pelea a media barranca en la tabla. Imaginé sus pensamientos cruzados, en estos tiempos de jugadores “super estrella” con más urgencias por un contrato salvador, con aquellos héroes de antaño que “pelaban” sus duros botines por dos chauchas con cincuenta. Pero el “Negro” no discriminaba o por lo menos apartaba estos sentimientos, los ubicaba a cada uno en su vereda aunque doliera. Después él cumplía su legítimo y religioso rol de apasionado hasta el fin de los días. Creo que en este adiós al potrero, se fue cobijado con su bandera, aunque no haría falta porque esta anida en su piel, en su pecho deportivo y canalla. Veo entre penumbras que este jueves se cae irremediablemente. Que esta congoja mortal no se puede tirar a la “marchanta” y lloro por un señor que me mostró esos pequeños valores que los “puristas” desprecian de los futboleros. Que los hombres somos lo que decimos y no puede corrernos nadie con una cátedra de “exitoso burgués resucitado”. Fontanarrosa era un homenaje en sí mismo al tablonero, anónimos sufridos por las incontinencias de quienes trabajan de goleadores y fallan a la hora suprema. Guardaré mis propios cuentos para cuando Dios quiera, los que tenía que enviarle al Maestro, borrones empedernidos con hambre campeona. Los incondicionales del amigo, vitalicios que cantan desde la popular más alta, todos con la misma camiseta del "capo barba", donde el sol no se oculta y ni falta hace una gorra con visera. Mirá el desorden que galopa en mi azotea, “Negro” Fontanarrosa. (JLR)
(Con algunos retoques vale renovar este modesto homenaje)

13 comentarios:

  1. No conocía nada de este hombre, lo siento.Ahora he entrado en Google y me he enterado un poco de su obra y las tiras de Inodoro y Mendieta, que me han parecido muy particulares. Es un lindo homenaje el que le haces con tu escrito. Saludos.

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  2. Supongo que la vida hay que respirarla en cada segundo...
    Un abrazo.

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  3. No recuerdo a ver hecho nunca un homenaje a nadie en mi blog, es agradable, quizás lo haga. Entre otras cosas, porque dice más del que escribe que del homenajeado.

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  4. no lei muchas de sus obras (ahora me empiezo a preguntar si lei aunque sea una) y sólo conocía de él a inodoro pereira, siempre con su perro y el mate. Cuántas charlas se podrían sacar de esas tiras que, más que cómicas, eran reflexivas mayormente, es verdad.
    Buen homenaje.

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  5. - Muy bueno, José, te salió desde el alma. Ade

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  6. Las prisas: "a ver hecho" cuando lo correcto es "haber hecho"... ¡qué desliz!

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  7. El "profe" no fue al baño y por eso no pude borrar el pizarrón, ja! / qué problema hay, dignísima visita!, cuántos errores arrastra el mundo y pocos se escandalizan. Mi afecto.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Excelente homenaje, José!!
    Yo creo que he leído muy poco del Negro, pero las tiras que he visto (Inodoro y Semblanzas deportivas) me parecen muy muy buenas!
    Siempre es grato venir por acá ;-)
    Abrazo!

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  11. Que bello recordar a un grande con estas palabras... las suyas, comparto con usted su sentir, EL NEGRO FUE LO MAS GRANDE Y ES EL MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS!!!
    un abrazo,
    LA U:

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  12. Una sola vez lei a Fontanarrosa, una cronica futbolera en un diario peruano, sobre lo que significan esos 11 hombres jugandose algo importante, pero aqui el futbol es un poco mas doloroso e indignante cada vez, y siempre hermoso....

    saludos

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  13. José, buenos cuentos he leìdo en esta parte de la tarde, en Huacho, abrazos, Julia en el Perú

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