Quiero acompañar la rosa de los vientos con las mariposas que otros han puesto a volar. Tocar las piedras impasibles que desgasta el río y cantar con ellas su silencio de agua. Descansar la mirada en una laguna que ya no es mar, cuando el alma que no desespera se convierte en virtud solitaria.
Aún me cuesta soñar sin prisa si el verano extiende su excitación radiante, como expone su catálogo público de cobrizas pieles en la arena. El horizonte sigue de ventanas abiertas, pero la barrera de mis párpados tiñe su alrededor de un color aceptable, para no entonar una burla de la realidad. Los jazmines de Gladis embriagan el aire. Ella se esfuerza por vivir, evoca canciones antiguas cuando puede. Las melodías van quedando en las delgadas hebras de sus paredes que no quieren comenzar a extrañarla. Las imágenes giran lento, al menos lo parece, y mi mente es una nube en la que puedo flotar, sin agregarle maquillaje. Mi estado de sensibilidad común y corriente busca en el cielo cual un navegante volovelista su térmica de paz, nada opaca esta razón. Hay pensamientos que dejan mojones y una estación de boleto libre para cada regreso. Hay una fila de pasajeros, estoy en ella y es larga la distancia, pero llevo conmigo el denario y la cruz que apuntala mis conversaciones del espíritu. Alguien camina sin alzar su mirada y podría ser yo, que temo no dejar pasos detrás andando a tientas. Las historias cuentan de hombres que apenas rozan el suelo, esos en quienes me reflejo, los mismos que parecemos invisibles y que al fin de los días nos alegramos nada menos que de volver a casa.
Ayer, en una calle cualquiera prendí un trazo de mi tacto que no borrarán las lluvias, ni tampoco cien manos de pintura.
Mis sentidos vagan en la superficie y la profundidad que invoco es irrelevante. Aprieto entre los dedos unos trocitos de mundo encontrados al costado del río y sé, que no pretendo tragarme el planeta por eso. Las pequeñas piedras que absorben la humedad de mi mano lo dicen, que no es necesario exagerar y que con mucho menos que poco, alcanza. (José López Romero)
En ti lo poco es mucho
ResponderEliminary lo pobre lujo
Tú embelleces y arrojas
lo que no vale,rosas
son las horas en tu stancia
celeste junto a quien te quiere
Y yo me siento en la gloria
cuando en tu espacio me dan las horas!
♥♥♥besos♥♥♥
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ResponderEliminar- "El horizonte sigue de ventanas abiertas", sería bueno poder abrir los ojos y caminar hacia un horizonte posible,ir dejando pequeñas huellas, vivir el camino hacia nosotros y darnos cuenta que "alcanzar el menos que poco" creo como vos amigo, que alcanza. Tu corazón urbano me sorprende siempre, gratamente. Un abrazo. Ade
ResponderEliminarAsi, en lo profundo, en un encuentro con nosotros mismos, descubrimos que nada de lo que hemos vivido ha sido en balde y que en nuestro paso por el mundo hemos dejado algunas huellas.
ResponderEliminarEncantada de leerte. Un abrazo.
es la fluidez, entre la naturaleza y la realidad, que me impactó... ta bárbaroo chee, con los pincelazos de imágenes y música.
ResponderEliminarasí que apenas rozamos. me suena a pajarraco surfeando la ola. Y es sufuciente
feliz de haber pasado
un abrazo
Tus palabras profundas me dejan reflexionando sobre esos trazos de tu corazón que parece que quieren subirse al mundo de forma silenciosa. Abrazos
ResponderEliminarHermano, amigo, me encantan tus travesías urbanas, interiores o cuando vas por el mundo atravesando fronteras. Muchas veces ese cielo tan azul es una invitación a volar, aunque a lo mejor nuestros colores sean otros. De todas formas caminar sin rozar el suelo es algo que tengo muy presente cuando escribo. ¿Sabes por qué?. Mi admirado gabito(Gabriel Gracía Márquez)lo dice mejor en el prólogo a sus "Doce cuentos peregrinos": "La escritura se me hizo entonces tan fluida que a ratos me sentía escribiendo por el puro placer de narrar, que es quizás el estado humano que más se parece a la levitación". Palabras de un maestro que comparto con otro maestro como tú. Un abrazo
ResponderEliminarCarlos Eduardo
José:
ResponderEliminarSi parece que vas apenas rozando el piso de las siete notas combinadas que le has puesto a este texto que suena triste y melancólico, pero siempre a flor de piel, emergiendo el poeta, con todo tu sentir.
Muy lindo, (lindo es poco, hermoso) José, como todo lo tuyo.
Un abrazo
Sonia
el mundo interior, ese misterio*
ResponderEliminarbuscás a Dios entre la gente,
lo encontrastes?+
un abrazo revolucionario
CHE
que precisa manera de dibujar a la mente humana en su mayor esplendor, dejandose absorver por la sensibilidad, elevandose tan sutilmente a otros planos un poco menos mundanos..
ResponderEliminarque tranquilidad..
ojala fueran siempre asi los paisajes que frecuento..
Excelente..
Te cambio toda mi amplitud por esa facilidad tan envidiable que tienes para componer metáforas maravillosas.
ResponderEliminarLo tuyo sí que es arte.
Ni que decir tiene que ya estás en mi lista de blogs amigos. Un fallo imperdonable por mi parte el no haberlo hecho antes. Gracias por recordármelo, así todos ganamos.
Un fuerte abrazo.
José, te había dejado ya un comentario sobre este esccrito y no lo veo. No importa eso su ya sabés lo que pienso. ME PARECIO BUENÍSIMO¡ fELICITACIONES.
ResponderEliminarQueria agregar lo del Obsertario Regional 3 "nunca podrá cerrarle los ojos, que pe mareció EXCELENTE, pero no sé dónde se escriben los comentarios. Lo importante José que tu escritura crece a pasos agigantados desde tu corazón hacia afuera y cada vez es mayor el placer de leerte. Un abrazo enorme. Merci
He.. me dejas pensando..
ResponderEliminarDescubro pequeños momentos en lo más profundo del interior de un ser humano..
Me ha encantado.
Que estes bien.
abrazos.
Como Oliverio,quien no desea pasar mese en una piedra.Amo esos vicios absurdos...
ResponderEliminarGratamente sorprendida.
Un abrazo.
Carpe diem.
Muy profundo, es para una larga reflexión. Y que nadie nos quiera cortar las alas para soñar.
ResponderEliminarBesos
Adri.-
Buena descarga de ese veneno verbal... tentador y contundente, me recuerda un verso que dice " no tenemos mas que nuestro par de pies, nuestros zapatos rotos y un camino que no conduce a ninguna parte"... un abrazo y un saludo.
ResponderEliminarHermosas, hermosas letras amigo mio. Te bendigo por la luz que tienes en tus letras, luz, que sé, viene de tu radiante corazón...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac