el ojo

Todos buscamos una ventana. Miramos por ella hacia fuera, o del exterior "espiamos" hacia dentro. La curiosidad mueve al mundo y vamos por el llenándonos de imágenes y sonidos. No somos pervertidos por tal actitud, solo tendemos líneas hacia otros, estiramos las manos tratando de aferrar similitudes diferentes, para no embestir paredes en común. El ropaje es lo de menos, no importa, podrías estar desnudo/a y nada invalidaría el propósito del potencial encuentro. El color de cada persona está oculto, aflora por las retinas y es posible divisarlo cuando nos miran. Deja los postigos abiertos, alguien necesita encontrarte. (JLR)