La memoria se hace tangible cuando volvemos a los lugares que ya anduvimos.
La ausencia cobra su rédito, pasa su factura si hemos caído en olvidos.
Las flores del futuro reverdecen donde brotan los afectos apenas dormidos.
El árbol seco del cementerio aún llora, como el árbol vivo que se estremece al viento también derrama lágrimas.
Los espíritus siguen llenando el cielo bajo de los que aún estamos de pie. (JLR)
excelente,sin palabras.
ResponderEliminarCada frase de este texto me hace profundizar en mil imágenes. Bellísimas, sin duda.
ResponderEliminarUn beso
mj