Si me abres, escribe. De lo imposible haz un mundo, pero jamás castillos en el aire.
Inundame con fidelidad, y con la amplitud abierta de los que no se imponen fronteras, ni las sueñan y mucho menos las aceptan.
No me hieras con sueños de guerra, ya que si por algo he de sangrar, que sea defendiendo la luz de los que cargan los pesados sinónimos de la paz.
Así te quiero, confiesa conmigo tus planes más deseados, esos que presiento sinceros, a veces exagerados pero al fin, rotundamente libres.
Deja fuera de mis límites las cadenas, la intolerancia, las discriminaciones, las mordazas y las alas inútiles que no te permitan volar.
(Fotografía y texto de José López Romero)
Extraordinaria reflexión-oración-meditación...!
ResponderEliminarSi todos los seres humanos cumpliéramos esta premisa, tendríamos todo un mundo repleto de amor.
Un abrazo.