miércoles, 3 de abril de 2013
octubre era lejos
Como una película de de grises y oscuros,
de silencios monocromáticos y otras piedras,
ella esperaba el amanecer en cada nuevo día.
Recordaba los discos en el piso,
los cristales rotos, libros desguazados literalmente
y aquél olor que dejaba tras de sí la muerte.
Nadie puede hacer un resumen de vida,
ni siquiera una retrospectiva fiel,
sin ubicarse en el renglón que le corresponde en el reparto de roles.
El destino no propone nada según se cree
desde su órbita abstracta,
cada paso lleva un nombre propio, una idea o un propósito.
Imagen y texto de José López Romero
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