La fecha está marcada y solo es un texto con la importancia que cada uno quiera. El calendario dice que el verano debe palidecer mi piel o la tuya, que las hojas se suicidarán dejándose caer desde sus balcones altos. Que ellas crujirán debajo de los pies al caminar como si fueran música para un collar de letras. Pero nada pasa y como tantas cosas en esta tierra el ciclo del sol tenue parece trastocado y es una película con su productor ausente. Por eso canto al verde que aún despierta a simple vista como el sonido en mis oídos de ruedas que viajan por senderos descubiertos una y otra vez por las bendecidas ganas. A mi alma que vuela con los pájaros que salen de la ciudad a buscar alimento por los campos todavía sanos de trigo, alfalfa y girasoles. A los árboles que resisten erguidos y retoños respetados apenas por tradición, para que su vigilia apuntale la razón de los caminos. El ocre abrigo del otoño anda de la mano con un verano sin apuro, contradiciendo la exactitud de los que leen la vida por tramos estrictos, sin dejar espacio a la espontáneo. Los que planifican el tiempo de la pileta rebosante y su agonía de lecho seco, porque el reflejo colectivo de un guión sin marginalidad les ha quitado el libre albedrío. Me lo dice el verano de las palomas haciendo el amor sobre los techos del barrio, desprejuiciadas con sus alas en actitud de dioses sin paredes, sin condones ni luces apagadas, como salidos de la paleta de un pintor ocasional, para un concierto de colores libres en un teatro repleto de obreros urbanos sin trabajo gestando su resurrección. José López Romero.
Muchas veces los ciclos no se corresponden con el calendario. Aquí acaba de empezar la primavera y las flores ya dejan ver sus colores. Abrazos
ResponderEliminarQuizás las palomas no saben de la no-libertad, por eso viven de esa manera.
ResponderEliminarTambién las observo en sus juegos.
Me gusta leerte, José.
Un abrazo.
Alicia
Y a veces tantos ciclos se rompen antes en la vida útil del calendario, sin embargo lo único real es que nada queda inmóvil , todo se recicla, se renueva con sus mismas ganas de ser...
ResponderEliminarAmigo... muy linda música en tu blog ...
Cariños..
Mel.-
Como cuentas de un rosario los dias se desgranan entre soles y estrellas, es la vida que nos llena con sus miles de colores.Todo vuela en la monotonia diaria;lo importantees no cerrar los ojos a todo lo que nos rodea y ver llegar el mañana de pie y con esperanza, como el otoño espera al invierno y la primavera al verano.
ResponderEliminarMuy bueno, como todo lo que escribes.Un abrazo.
El otoño,aunque no es mi estación favorita.Me gustan sus colores, sus aromas … sentir la lluvia golpear en los cristales… mirar desde mi ventana como caen las hojas,del árbol que plante cuando nacieron mis hijos … mientras tomo un café … tejo y destejo … mi vida … mis sueños… tu música me acompaña mientras escribo.No puedo evitar las lágrimas.José,como siempre tus escritos tan llenos de magia,con un lejo de tristeza… y con uno caricia secan mis lagrimas.Gracias.Besito.Silvi.
ResponderEliminarHermoso canto a la libertad de la madre Naturaleza, la cual no se rige por calendarios ni ninguna otra letra escrita por el hombre.
ResponderEliminarPor aquí ya se anunció la primavera, pero el frío viento del oeste aún no nos abandona, contraviniendo de nuevo las órdenes que dan los almanaques.
Un abrazo amigo y feliz otoño.
Ay amigo, hermano, cómplice, compañero. Vivo una espera similar en la que la esperanza es la única certeza. Leerte es comprobar que no puedo dejarme vencer, no quiero, no debo. Y en adelante este texto será una especie de faro en medio del frío de una ausencia llena de amor y sin distancias. De verdad José gracias porque tus palabras me caen como anillo al dedo.
ResponderEliminarUn abrazote en sol mayorrrrrrrrr.
Carlos Eduardo
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ResponderEliminarmuy bonito José, se te echaba de menos.
ResponderEliminarme has recordado los paseos otoñales por los bosques de hayas que se encuentra cerca (a pie) de donde vivo.
saludos
"...desprejuiciadas con sus alas en actitud de dioses sin paredes, sin condones ni luces apagadas..."
ResponderEliminarQué frasecita amigo, cuánta libertad... qué lindo...
La naturaleza es así libre nosotros pusimos estaciones,fechas horas,números a la vida reglas a todo,y luego nisiquiera las cumplimos,este otoño que por ahora sigue siendo verano nos demuestra que no todo cumple con los ciclos que nos impusimos.
ResponderEliminarMe encantó mucho tu texto!
Mi querido José, las hojas se suicidan cuando lo dice la estación y ahora nos encuentra distraídos. Y distraído el mundo de tanto cambio que no llego a comprender. Tampoco entiendo cómo ese otoño está afectando nuestras almas y nuestras vidas. Sólo las palabras se escapan del suicidio; se esconden y aparecen luego para sorprenderme en un papel, como te sucede a ti José, que impregnas de tus sentimientos este blog que nos llama a voces (claro, a voces que quisiéramos fueran más seguidas).
ResponderEliminarMi abrazo enorme, José.
Aún no sé qué decir...Me has hecho leer casi todos tus escritos de golpe al encontrarme por primera vez contigo. Así pues, este comentario no va dirigido tanto a este en concreto dónde lo encuentras señalado (al principio de tu andadura en este particular mundo virtual del 22 de marzo), sino a tí directamente, como has hecho tú: con un "par...". Me he encontrado con una literatura impecable, con una visión social que se sale, con un sentido musical expuesto (o eso creo), con una propuesta a la vida escondida como ninguna tras las palabras... Y al final, ¿qué sucede?, de repente te encuentro humano, como no puedes serlo en tus escritos, através de un comentario... Y sí, yo escribo ese poema de robles y musgos, y vida, que de tanto vivirse, se crecen en mi alma..., pero...; soy Lunska, Y aunque según creo, soy más joven que tú, a mí también se me escapó la juventud, y ..., mi sexo..., puede ser que se confunda en mi apariencia...(de hecho, nunca dejó de confundirse),pero soy Lunska... mujer, de carne y alma..., y aquí me quedo esperándote, porque no creo que eso sea ni obstáculo, ni puerta, ni entrada ni salida, y las palabras, nuestras palabras sólo las herirá la belleza. Un gran abrazo sentío, muy sentío,
ResponderEliminarBego.
Hermoso texto José!!, gran postal de los grises estacionales. Como si todo tuviera que estar regido por el almanaque, por favorrr!!
ResponderEliminarMe encantó la imagen de las hojas suicidándose desde el balcón, brillante!!
Abrazo!
José muchas gracias por visitarme y por tus amables palabras. Me fascinó tu forma de escribir. Tienes unas metáforas que parecen a punto de estallar...
ResponderEliminarun abrazo. Te sigo leyendo
José, amigo, mira lo que despiertas! te das cuenta? qué decirte? necesitamos leerte siempre, ser testigos de lo que te sucede, de lo que te dicta el corazón.
ResponderEliminarVine por segunda vez para recordártelo nada más, y claro, mi abrazo de amigo (lejano, pero amigo).
SIGO TRAS ESA HUELLA
ResponderEliminarBRILLANTE QUE HAS DEJADO EN MI CORAZON
GRACIAS AMIGA
POR ESTAR CERCA
POR EL APRECIO QUE
MUESTRAS PARA ESTA LUNITA
ME HA ENCANTADO ESTE
OTRO ESPACIO
POR LO QUE ME QUEDO
FIEL A TI Y A TU ALMA
MUY CERCA DE TU CORAZON
UN BESO INMENSO
MJ....FELIZ FIN DE SEMANA
QUE DESCANCES
Y RENUEVES LAS FUERZAS
LuNa
Hola José:
ResponderEliminarEs un placer volver siempre, aspirar un poquito de tu esencia e irse con las alas un poquito más abiertas, cargadas de libertad, naturaleza y un sin fin de sentimientos.
Saludos:
Mar
No se como te encontré pero entre tus letras y la musica me conquistaste
ResponderEliminarhermosas palabras, exactas. me impactaron.
ResponderEliminarsaludos
Y vivo en un lugar que por su clima lleva el eslogan turístico reza como "la eterna primavera"...apenas hay variaciones entre las estaciones y es algo que echo de menos. Un placer leer como las palomas te dicen tantas cosas sobre el otoño...Cuestión de hemisferio.
ResponderEliminarLeerte me resulta un auténtico placer
Saludos
hola José. Andamos en momentos opuestos, pero tu poesía en prosa me ha trasladado por unos momentos al cálido comienzo de un otoño. Un abrazo
ResponderEliminarFluido y con muy buenas imágenes nos regalas este texto. Me gustó el cierre. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar- El otoño es mi estación preferida, y que hermosas las palomas que pueden amar sin ataduras!!!!
ResponderEliminarBesos, amigomio de Esperanza. Ade
Pd: entre al blog de tu hijo y me gusto muchisimo, ya lo tengo en mis contactos.
Como tantas cosas son ciclos que vienen y se van...hermoso canto!
ResponderEliminarLindo blog,
saludos,
QUE BUENO! El ocre abrigo del otoño anda de la mano con un verano sin apuro....
ResponderEliminarAsi esta buenos aires, en otoño, pero sin querer abandonar el verano, parece los humanos que no quieren dejar algo, para vivir otro algo. Desprenderse como cuesta!!!!
Gracias por decicir quedarte en mi blog. Un abrazo y Buena semana!
Roxana
...el collar de letras... ¡como imaginar un collar de letras! sólo con tu forma de ver todo lo que nos circunda.
ResponderEliminarEs un placer leerte, Jos´é, es un placer y además se ap`rende. se aprehende esa sensibilidad que te brota así, así, como el agua entre las piedras de un riacho. Gracias, José, es hermoso todo lo que escribís.
Sonia, desde mi Buenos Aires querida
ningún metereologo lo ha dicho mejor que vos, cuando ha tenido que hablar del cambio climático. La poesía es esa belleza que brota de palabras conjuradas para mostrarnos algo que sucede, y las has utilizado de la mejor forma para hablarnos de este verano que tarde en irse... bello, muy bello.
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