Nada lleva tan lejos como el olvido. Este obliga a capitular, dejar de lado lo "imprescindible" y regresar a lo más simple y deshilachado si se quiere. No digo nada claro y tal vez es lo que quiero o necesito, que no se me entienda en medio de un berenjenal como nuestra realidad que cobija incendios que lastiman con sus lenguas de odio. No escribo nombres ni referencias pero, soy de un lugar, un país que no quiere desaparecer entre las garras de los poderosos. Aquí termino para no herirme ni hacerlo con nadie, al final de cuentas el mundo se amasa en el "mismo lodo" desde.......
Dibujo y texto de José López Romero
Probablemente ese lugar es universal... tantos que no quieren desaparecer entre lo abominable de los poderosos...
ResponderEliminarDebemos alzar la voz para luchar contra los incendios, contra los que los permiten y contra tantas cosas que van a terminar con la raza humana, si no lo impedimos. Abrazos
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