No sé si es el tango de Fabian o tan solo alguna nostalgia de ayer, quién lo sabe, los filamentos hacen su jolgorio y se conectan y producen cualquier otro zafarrancho por sí mismos, todo es ajeno a la propia voluntad. Al menos de la mía, digo, y todo navega en el mar de la sensibilidad, me gusta pensarlo así y dejo que las cosas sucedan como las imágenes que se guardan y regresamos a ver cada día, en la mente o en la calle, fotografías de pueblo que nos acompañan de toda la vida y siguen allí con sus respuestas, no importa cuales, para cada uno lo suyo.
Imagen y texto de José López Romero
Hay imágenes que regresan con sus historias para recordarnos quienes somos y de donde venimos.
ResponderEliminarmariarosa